La necesidad es la madre de la Inventiva
¿Sabe usted cual es la manera mas rápida de aprender a manejar un coche estándar? ¡Es bien fácil! Mire usted, basta con que pierda el trabajo, tarde un año en encontrar otro formal, que haya sobrevivido dando clases de regularización, que llegue a ese nuevo trabajo donde no le pedían como requisito saber siquiera conducir y que le den las llaves de un flamante Nissan Tsuru 2001, ¡de cambios manuales si señor!
Todo para que le manden a ver a un cliente en la Ciudad de México (por aquel entonces aun se llamaba Distrito Federal). Imagine por un segundo que es un humilde provincianito todo “sonso”, que solo conoce la ciudad de México porque lo llevaban en microbus cuando iba a la escuela por una ruta determinada.
Ahora imagine que ese individuo no sabe manejar estándar, ni tiene licencia vigente, pero tiene terror de perder esa chamba a la que acaba de entrar y que no sabe decir que “no” a nada, especialmente porque es el primer trabajo que consigue de forma estable en mucho tiempo. Póngale que tiene que pagar las cuentas de la casa, porque que ya es hora de ponerle centavos al plástico de Banco Nacional de México.
Licue todos esos ingredientes y la madre necesidad hará el resto. Saliendo apenas del estacionamiento empezó a “dar frutos” la estupidez humana, y el provinciano le pega a una camioneta tan levemente que el dueño del camionetón ni siquiera se baja para ver que pasó; de ahí en adelante todo fue aprendizaje, perderse en el eje 3, Francisco del Paso y Troncoso para llegar dos horas después al destino: la avenida Cuauhtemoc.
¡Todo un récord!
A partir de eso todo comenzó a mejorar en lo que pudo ser el peor día, usted adivinará, de mi existencia como conductor. Esto no tiene moraleja alguna, solo nos ayuda a entender una realidad que todos podemos padecer, por ganas de ganar un dinerito. Estamos dispuestos a todo con tal de conservar el puesto de trabajo; especialmente en estos tiempos de crisis disfrazada y escasez. Son momentos clave que preceden una nueva oleada de impagos de tarjetas y créditos porque no hay dinero, no hay negocios, no hay ventas, ergo tampoco hay solvencia.
Mayo del 2017 fue un mes muy atípico y se espera que las cosas puedan mejorar sustancialmente en los próximos meses de acuerdo a algunos gurus de las finanzas.
Es por ello que como consejo recomendamos guardar un poquito la cartera, y no usarla para gastos superfluos y regalos ostentosos sobre todo los que van a un millón de meses sin intereses.
Es momento de no buscar un segundo frente o dejar de consentirlo con frecuencia, de ahorrar en cosméticos, cafecito con las amigas en el lugar de costumbre y optar por reunirse en casa de la Naty o Danielita Jiménez, la que antes nos caía casi tan gorda como se veía en el “gym”, y dicho sea de paso hacer ejercicio en el parque y no pagando una suscripción para ejercitarse pagando una mensualidad para entrar y hacer ejercicio y ver muchas personas haciendo series de espejo, admirando sus incipientes músculos.
Al menos, debemos gastar menos durante un tiempo, en lo que se asienta la arena de este revolvedero, de esta resaca pos electoral al cual podemos nombrar como se decía del show de la carabina de Ambrosio: “un show cómico, mágico, musical”.
En situaciones de apremio el ser humano saca lo mejor y lo peor de si mismo, durante las guerras se han producido los mayores avances de la tecnología: Nuevas aleaciones metálicas, los polímeros o plásticos, avances en al ciencia médica desde la mas básica higiene en pos de salvar las vidas de los centenares de soldados heridos en batalla, hasta los estudios de imagenología como la resonancia magnética.
Durante la guerra del golfo, hasta los chocolates tuvieron que ser re diseñados para poder enviarlos al frente y que no bajara la moral de los soldados americanos, ahí salió un chocolatito que “se derritiera en tu boca y no en tus manos” por el agobiante calor de las arenas del medio oriente.
Tu también puedes sacar lo mejor de ti para salir adelante, haz que la inspiración sea la propia meta en tu área de trabajo o en un negocio propio, pero… de los changarros hablaremos en otra ocasión porque da para mucho tema.
Recuerdo un “meme” muy popular que decía: “Dígame ¿porqué desea este trabajo? – Bueno, verá tengo esta increíble pasión por no dejarme morir de hambre”.