Tengo un negocio que va a duplicar tu dinero en poco tiempo
Un amigo me platicó que tenía muchos problemas económicos, pues había firmado un contrato de promesa de compraventa por la compra de una casa, pero resulta que no podrá pagar lo que prometió; “todo porque una persona que me debe 800,000 pesos y no me ha pagado“. De entrada me sonó increíble que hubiera prestado tanto dinero a un amigo suyo (nadie lo hace, a menos que sea muy altruista y/o le sobre el dinero), por eso le pregunté el por qué había prestado tal cantidad.
Cuando me explicó lo que pasó, entendí todo: En una reunión de un grupo de amigos, de esas donde se juntan los Ex-alumnos de la Preparatoria, uno de ellos nos platicó que se dedicaba a conseguirle dinero a empresas sólidas y solventes que, por alguna razón, no podían acceder a créditos con bancos (me sonó muy extraño que una empresa “sólida y solvente” no pudiera pedir créditos en las instituciones financieras); entonces “busco varias personas que quieran invertir en esas empresas, participando con una parte para comprar insumos y así producir lo que ya tienen vendido. Una vez que junto el dinero (entre varios inversionistas) la empresa compra lo que necesita, produce y en 4 semanas entrega a su cliente.
Su cliente les paga en 30 días, así que en 2 meses regresan el dinero que les conseguí; como el producto que se fabrica es muy especial y único, su margen de utilidad es alto.
Así que les regreso el doble de lo que cada persona prestó; es decir que si invirtió $25,000 pesos, al cabo de 2 meses le devuelvo $50,000 pesos; en 60 días logran duplicar el dinero, y yo gano una comisión por conseguirles inversionistas“.
Cuando mi amigo vio mi cara de “te estafaron”, de inmediato me dijo “Antes de que me regañes, te diré que le di $25,000 pesos y a los 60 días exactos me entregó un cheque por $50,000 pesos“, y debo reconocer que si me sorprendió lo que me dijo.
A los 15 días volvió su amigo y le dijo “Tengo otro cliente que necesita $100,000 pesos, y ya tengo $50,000, sólo estoy buscando lo que falta para que en 60 días te pague $100,000, ¿te interesa?” sin pensarlo mucho le entregó el dinero para “invertirlo”. Al cumplirse el plazo le dijo que había habido un retraso de 1 semana en producción, pero que sin falta en 8 días le entregaría el dinero.
Con algo de preocupación por el retraso, esperó la semana, fue a la oficina de su amigo y se tranquilizó cuando vió que tenía el cheque listo con los $100,000, pero en el mismo momento que le estaba entregando el cheque le dijo “Aquí está tu dinero… ahora bien …. tengo otro cliente que necesita $400,000 pesos y en 90 días pagará $800,000. Por el monto sólo te digo a ti, pues nos podemos ganar un buen dinero, pero si tu no puedes, busco a alguien más que le interese duplicar su dinero. Te estoy dando preferencia a ti; si pones estos $100,000 que te voy a entregar y consigues otro $300,000 pesos, en 90 días te lo duplican y yo gano una buena comisión”.
Con la “confianza” que había generado esta persona con mi amigo, le dejó el cheque para conseguir el dinero faltante.
Recordó que le había llegado uno de esos créditos personales que ofrecen los bancos, ligados a las tarjetas de crédito, así que a los 5 días regresó con $250,000 pesos de lo que le prestó el banco y otros $50,000 que consiguió con su papá, para completar los $400,000 que se necesitaban.
Aunque el banco le iba a cobrar una tasa del 48% por los $250,000 que pidió prestados, sólo sería por 3 meses, y con los $400,000 que le pagarían de intereses, recuperaría lo que el banco le cobrara, además de pagarle a su papá los $50,000 que le había prestado.
Para darle formalidad al asunto, su amigo le entregó un pagaré.
Con la idea de que iba a recibir $800,000 pesos y el pagaré en la mano, decidió firmar un contrato de promesa de compraventa de una casa, donde estipulaba que daría $10,000 de apartado y $800,000 en 120 días (previendo cualquier retraso en el pago de su dinero).
Pasaron los 90 días y el amigo le dijo que tuvieron un retraso de 2 semanas en la producción y que por lo tanto el dinero se entregaría en 15 días; no vio problema, pues había pasado lo mismo la vez anterior. Así que regresó a los 15 días con su amigo, pero la secretaria le dijo que había salido de la ciudad, pero que en 15 días regresaba… lo buscó en su celular y mandaba directo a buzó; “está fuera del país y no entran las llamadas por eso”, le confirmó la secretaria.
Volvió a los 15 días y no encontró ni a la secretaria, ahí se preocupó en serio. Se puso a buscarlo como loco, y contactó a varias de las personas que estuvieron en la reunión donde se habían re-encontrado los amigos (la que comento en los primeros párrafos de este artículo) y cuando le preguntaron para qué lo buscaba, no les dijo la verdad por la vergüenza de haber caído en la trampa; “cegado” por la emoción de duplicar su dinero sin tanto esfuerzo.
Así estuvo llamando a varios amigos comunes, hasta que 2 de ellos le dijeron que también lo estaban buscando porque les debía dinero… fue donde siguieron investigando y todos se dieron cuenta que además de estafarlo con $800,000, a otro le pidió $250,000, a un tercero $300,000, y a uno más con $600,000. Aunque mi amigo decía que le había robado $800,000, realmente fueron los $25,000 iniciales, $50,000 del papá y $250,000 que pidió al banco, más los intereses que le cuesta el préstamo que pidió para dar el dinero; en total fueron $325,000 los que le entregó, todo con el espejismo de tener $800,000 ya ganados.
Han pasado más de 15 meses intentando encontrar a su “amigo”, que sigue desaparecido y con varias denuncias por fraude, mismas que no han prosperado porque no hay documentos firmados, excepto un pagaré que no saben a quién cobrarle, pues nadie reconoce la firma, y en la dirección que tiene el documento, hay un lote baldío a nombre de otra persona que no tiene nada que ver con el asunto.
Si algo suena demasiado bueno para ser cierto, es muy probable que así sea; nadie te va a pagar el doble de tu dinero en 30, 60 ó 90 días, es más, ni en un año te darían un rendimiento de esta tamaño. No confíes en la palabra y no te dejes llevar por la emoción, todo debe estar por escrito.
Aunque su papá le dijo que no se preocupara por los $50,000 que le había prestado, tuvo que negociar con quien le vendió la casa para pagarle el 20% de penalización por cancelar la promesa de compra venta, además de estar pagando el crédito que pidió al banco, para invertirlo en “el negocio que va a duplicar tu dinero en poco tiempo”.
Finalmente hizo cuentas y descubrió que la experiencia le costó $325,000 pesos por el fraude con su “amigo”, más $200,000 de la penalización que le cobraron por no cumplir la compra de la casa, mas lo intereses que le está pagando al banco a razón del 48% anual, por el crédito que pidió.
Cuidado, que no te pase!!!!
Ingeniero con mas de 15 años de experiencia en temas de Infonavit, Cofinavit, Apoyo Infonavit, mejora de hipotecas tanto de Infonavit como con bancos. Comparto información sobre tus derechos como deudor para manejar crisis financieras personales y buscar alternativas para salir de ellas; el estrés y el miedo hacen mucho daño!!!.